Amarillo Slim, el mejor apostador de la historia.

Capaz de apostar que le ganaría una carrera a un caballo, que de un golpe mandaría una pelota de golf mas lejos que cualquier profesional en dos, que ganaría al ping pong al actual campeón mundial.
Capaz de realizar estas apuestas y ganarlas todas. la vida de Thomas Austin Preston fue una sucesión de proezas.




Ganador de las Series Mundiales de Poker de 1972 y de otros tres brazaletes, el último en 1990. Presumía de haber jugado con dos presidentes (Lyndon Johnson y Nixon) y con Larry Flynt (que perdió casi dos millones), y fue secuestrado, por error, por los hombres del narcotraficante Escobar
Es difícil acotar la larga y apasionante vida de Amarillo Slim, el primer campeón mediático, en unas pocas líneas o en una sola película. Valga como muestra que tiene el récord Guinness por pertenecer a eso tan americano que son los Salones de la Fama. Preston pertenece a cinco: poker, juego, mayores, leyendas de Texas y leyendas de Nevada.
Suya es la frase más célebre del póquer, citada con alguna mejora en la película "Rounders": "Mira alrededor en tu mesa. Si no sabes quién es el primo, entonces es que el primo eres tú". Era solo uno de sus incontables consejos, que hoy son considerados los mandamientos del poker, "un juego de personas, no de cartas". "Nadie es siempre un ganador, y si alguien presume de serlo, es un mentiroso o no juega al póquer", aseguraba. De la humildad ("No te hará daño que tus rivales piensen que no eres más que un pequeño estúpido. Por eso llevo este gran sombrero tejano, botas de cowboy y hablo como un paleto") podía pasar a una insultante seguridad en sí mismo: "Nunca busco a un primo, sino a un campeón al que convertir en un primo". Otras veces demostraba su fina ironía: "La población de Amarillo ha permanecido estable en los últimos cincuenta años; cada vez que una mujer queda embarazada, un hombre abandona el pueblo.
* Ganó una partida de billar al Gordo de Minnesota (famoso gracias a la obra maestra del cine "El buscavidas", con Paul Newman). Amarillo eligió el taco: una escoba.

* Aseguró que golpearía una bola de golf hasta una distancia superior a una milla (1,6 kilómetros, cuatro veces más de lo que alcanza un profesional). Eligió un lago helado, sobre el que la pelota rebotó mucho más allá de lo necesario para ganar la apuesta.

* A Willie Nelson le ganó 300.000 dólares jugando al dominó. 

* Apostó a que ganaría al cinematográfico caballo Seabiscuit una carrera de cien yardas (unos 90 metros). Como siempre, él establecía las reglas. Decidió que 50 sería de ida y 50 de vuelta. Cuando el caballo quiso cambiar de sentido, Preston ya esperaba tranquilamente en la meta.

* Aguantó un cuarto de milla sujetando la cola de otro caballo al galope (se ató la muñeca a la cola).

* Ganó 30.000 dólares por hacer rafting en invierno en el Río Sin Retorno. Aquí no había más truco que un traje de neopreno que le encargó a Jacques Cousteau. Casi se mata (no consiguió ni un seguro de vida de lo peligroso que resultaba esta vez su atrevimiento), pero ganó la apuesta.

* Ganó al motorista Evel Knievel una partida de golf (con un martillo). 

* "Adivinó" (cuestión de probabilidades, de las que tanto sabía) que en cualquier grupo con más de 30 personas habría al menos dos que cumplían años el mismo día.

* A un entrenador de baloncesto le ganó un concurso de tiros libres... con un balón de rugby.

* Y quizá la más divertida de todas, ganó 10.000 dólares a Bobby Riggs, campeón de Wimbledon en dobles (1939) y finalista en Roland Garros y el Open USA, una partida de ping pong. Amarillo era peor, pero pudo escoger las palas... dos sartenes. Tiempo después, unos buscavidas le pidieron una especia de revancha y le presentaron a un chino que jugaba de miedo y había entrenado con toda clase de utensilios. Nuestro héroe pidió tiempo para pensárselo y halló la solución: jugaron con dos botellas de coca-cola vacías. Probablemente no hay raqueta más difícil, porque la superficie útil de contacto es ridícula. Por supuesto, él entrenó lo suficiente para ganar una apuesta monumental, en la que se habían apuntado jugadores de varios estados.

Fuentes:
Blog ABC Jugar con cabeza